JOYAS CODICIADAS PARTE 2

Miles de años después los conquistadores españoles encontraron en Panamá un lugar sin paralelo en el mundo.

Utilizando a los indios ya esclavizados como buzos, los españoles idearon un sistema para recoger las perlas.

Una escalandra en forma de campana era sumergida lentamente hasta unos 25 pies de profundidad.

En la parte superior de esta campana quedaba atrapado suficiente aire para que los indios pudieran respirar antes de volver a las agua más profundas.

De esta manera se establecía una especie de base submarina para permitir a los buzos permanecer muchísimos más tiempo debajo del agua.

Desdichadamente para los indios, los españoles desconocían la enfermedad de los buzos mayor conocida los “bends”, que se da cuando se pasa demasiado tiempo a más de una atmósfera de presión.

Y es que la presión en el fondo del mar hace que el nitrógeno en el aire que respiramos se comprima y se acumulen en el torrente sanguíneo.

El nitrógeno se va acumulando en las coyunturas y al regresar los buzos a la superficie se expande causando fuertes Dolores , trastornos cerebrales y hasta la misma muerte.

Este sistema de campana fue predecesora de los equipos de submarinismo, y le permitió la negocio del buceo de perlas florecer en el archipiélago.

Por varios siglos las perlas más codiciadas en Europa provenían de este hermoso grupo de islas.

Actualmente la perla más grande del mundo se encuentra en la corona de la Reina de Inglaterra y fue contrabandeada en 1715 por un conde español a Inglaterra durante la Guerra de sucesión española, cuando la familia real de los Brobon, provenientes de Francia, reemplazó a los Hasburgo luego de una prolongada guerra que terminó con el periodo del imperio español.

Parte de la nobleza española, familiares de los Hasburgo, abandonaron España antes de la llegada de los nuevos nobles franceses, llevándose consigo sus mas preciadas pertenencias, entre las que estaba la famosa perla que hoy adorna la corona de la Reina Isabel.

Este fabulosa historia es solo una de las miles que están relacionadas con el archipiélago.

Desdichadamente, la sobre explotación de las ostras llevó a un desbalance ecológico que acabó con el negocio.

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